Las millones de hectáreas de pinos y eucaliptos actualmente plantadas en Wallmapu no solo han desplazado o eliminado la cubierta vegetacional nativa, sino que con ello han disminuido el factor natural de protección de nuestros bosques: su reserva de humedad. Es éste el obstáculo natural para la incidencia de incendios y/o avance del fuego del cual se ha dotado la propia naturaleza y que está desapareciendo a un ritmo acelerado. En este sentido, las plantaciones de pinos y eucaliptos, ya sea por elementos como la resina, residuos o la escasa formación de hojas, constituyen verdaderas fábricas de combustible que llegado el momento arderán sin control.
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