En Alemania hay cierta tradición de violencia policial en manifestaciones izquierdistas y „autónomas“. Datos históricos son las protestas contra la nueva pista de despegue en Frankfurt 1984, contra un centro de elaboración de plutonio en Wackersdorf 1986 y las manifestaciones anuales del 1 de mayo en Berlín y Hamburgo. Ayer en Stuttgart, la fuerza policial alcanzó una nueva dimensión de brutalidad. La gente que se manifiesta en Stuttgart no son un bloque negro de „turistas de violencia“ como en Berlín, sino gente de todas las clases. Abogados, médicos, trabajadores, niños, mayores y activistas ecológicos, unidos en la lucha contra un proyecto de construcción que consideran absurdo, antiecológico y un gran despilfarro de fondos recaudados.
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